BOGOTÁ,
Al finalizar su 87º Asamblea Plenaria, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) dio a conocer un comunicado final en el que reitera y alienta la incondicional defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
En el texto firmado por el Presidente de la CEC, Mons. Rubén Salazar, enumera algunas de las agresiones contra la vida en Colombia como el aborto y el secuestro; y precisa que "la Constitución Política establece en el artículo 11 que la vida es un derecho inviolable y que en Colombia no habrá pena de muerte. Sin embargo, todos los hechos señalados van en contravía de este derecho fundamental y originan la grave crisis que el Papa Juan Pablo II calificó como un eclipse del valor de la vida'".
"La vida y sobre todo la vida humana, no puede entenderse plenamente sino en la medida en que nos hacemos conscientes de que en su origen, en su desarrollo y en su meta, se encuentra Dios como el único dueño y Señor", resalta.
Los obispos colombianos indican luego que "la visión cristiana nos muestra un futuro deseable que podremos construir entre todos proclamando, sirviendo y celebrando el Evangelio de la Vida, es decir, la buena noticia de Cristo Resucitado que nos comunica su victoria sobre el mal, el pecado y la muerte, y nos abre el camino para llegar a resucitar con Él".
Tras reconocer el trabajo de quienes promueven los derechos humanos de las personas en el país, los obispos expresan su "fe y confianza en la fuerza y el poder del Espíritu Santo que nos ayudará a cumplir los compromisos adquiridos en esta Asamblea Plenaria; compromisos que daremos a conocer más adelante junto con los documentos de trabajo y los criterios que deben inspirar los planes pastorales en lo que se refiere a la promoción y defensa de la vida humana".
Asimismo reafirman que "el Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús. La vida es un derecho fundamental de cada ser humano y en el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana y la misma comunidad política".