VATICANO,
La Santa Sede dio a conocer hoy el Motu Proprio "Ecclesia Unitatem" del Papa Benedicto XVI que reestructura la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, que atiende el problema lefebvrista. En él, el Papa recuerda que hasta que no se aclaren las cuestiones doctrinales, la Fraternidad San Pío X "no tiene un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no pueden ejercer de forma legítima ningún ministerio".
En el inicio del documento, Benedicto XVI explica que el Papa tiene como tarea custodiar la comunión de la Iglesia. En fidelidad a ese mandato, remarca, "después del acto con que el arzobispo Marcel Lefebvre, el 30 de junio de 1988, confirió ilícitamente la ordenación episcopal a cuatro sacerdotes, el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria, instituyó el 2 de julio de 1988, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei".
Esta Comisión, precisa, tiene como tarea "colaborar con los obispos, los dicasterios de la Curia Romana y los ambientes interesados, con el objetivo de facilitar la plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades o simples religiosos y religiosas, ligados hasta entonces, de varias formas a la Fraternidad fundada por Monseñor Lefebvre que deseasen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia Católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas a la luz del Protocolo firmado el 5 de mayo anterior por el Cardenal Ratzinger y Monseñor Lefebvre".
Luego de explicar que escribió el Motu Proprio Summorum Pontificum, que liberaliza la celebración de la Eucaristía con el rito extraordinario y que levantó la excomunión a los cuatro obispos ilícitamente ordenados por el arzobispo Lefebvre para superar "cualquier fractura y división en la Iglesia y de curar una herida sentida cada vez con más dolor en el tejido eclesial" generada por este acto de rebeldía; el Papa precisó que "con esa decisión, quise eliminar un impedimento que podía perjudicar la apertura de una puerta al diálogo e invitar así a los obispos y a la Fraternidad San Pío X a reencontrar el camino hacia la plena comunión con la Iglesia".
Tras precisar que este acto se refiere al campo de la disciplina eclesiástica, el Papa Benedicto XVI advierte que "las cuestiones doctrinales, obviamente, permanecen y, hasta que no se aclaren, la Fraternidad no tiene un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no pueden ejercer de forma legítima ningún ministerio".
"Dado que los problemas que se deben abordar ahora con la Fraternidad son de naturaleza esencialmente doctrinal, he decidido, veintiún años después del Motu Proprio 'Ecclesia Dei' y de acuerdo con cuanto había pensado hacer, replantear la estructura de la Comisión Ecclesia Dei, ligándola estrechamente con la Congregación para la Doctrina de la Fe", explica el Santo Padre.