LIMA,
En su programa radial “Diálogos de fe”, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, explicó que el sacerdote debe ser otro Cristo que anuncie eficazmente y con entusiasmo el Evangelio; así como un verdadero ejemplo para sus fieles.
“Al sacerdote se le pide que no tenga complejos, no es ningún artista, es Cristo. Que no se deje llevar por su inseguridad, por su aburrimiento o por su falta de preparación”, dijo el Purpurado al referirse a lo que se espera de los presbíteros en el Año Sacerdotal que inauguró el Papa Benedicto XVI el pasado 19 de junio en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Por ello, indica la nota de prensa del Arzobispado de Lima, el Cardenal exhortó a los sacerdotes formarse para enseñar cada vez mejor la Palabra de Dios. “Cuando predique (el sacerdote) que la gente diga: ha enseñado algo. Una prédica de diez minutos: breve, concreto y rápido. La predicación de un sacerdote no se convierte en palabras, sino que el sacerdote predica la Palabra de Cristo. El sacerdote es la voz de La Palabra. Eso es lo que la gente necesita, sacerdotes que son la voz de la palabra, ser otros Cristos”, dijo el Purpurado.
Refiriéndose a las críticas que algunos hacen a los sacerdotes, el Arzobispo explicó que no se puede caer en la ligereza de generalizar, porque “la gran mayoría de sacerdotes son verdaderos hombres que se entregan a Dios para servir al pueblo. Esta oración por los sacerdotes con fe, porque como todo hombre también tiene tentaciones y como toda persona tienen momentos mejores o peores”.
“No se olviden lo que dice el Papa: El sacerdote trae a Cristo, si no hay sacerdote no hay Eucaristía. Hay que ayudarlos y rezar por ellos”, agregó.
El Arzobispo de Lima también resaltó que lo “moderno”, no es sinónimo de lo “bueno”. Por tanto, un sacerdote deberá entusiasmar a las personas con su preparación, buscando siempre las buenas acciones sin necesidad de ser “aburridos”.