LIMA,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Card. Juan Luis Cipriani Thorne, celebró la Misa de Pentecostés en la Basílica Catedral de Lima, en la que señaló la importancia para el cristiano de “morir cada día a los pecados personales”, para convertirse en “otro Cristo porque el Espíritu Santo es quien habla y piensa por mí”.
En su homilía el Purpurado recordó a los fieles que “el Espíritu Santo es el alma que le da vida a la Iglesia”; y señaló la necesidad de luchar cada día contra “caprichos y rebeldías para que el Señor habite en nuestras almas, para ser otro Cristo con nuestras palabras, en el trabajo, en la familia, en los estudios o con la enfermedad”.
“El Espíritu Santo está con nosotros cuando oramos, meditamos, nos acercamos a la confesión y a la comunión. El Espíritu Santo nos enseña una manera de vivir que para el cristiano no es de este mundo, aunque viva en el mundo. Esa voz, consejo y recuerdo es el Espíritu Santo que habla”, agregó.
Asimismo, el Arzobispo de Lima cuestionó a los fieles la fe y escucha de la tercera persona de la Santísima Trinidad; y los invitó a fortalecer su relación con ella en la oración.
“En nuestros momentos de oración dile: ‘Espíritu Santo ilumina mi pensamiento, quita de mí esos malos deseos, dame esa fuerza, riega ese corazón que a veces está árido, fortalece ese cuerpo que a veces se doblega ante la enfermedad, dame paz’; y, verás como el Espíritu Santo cumple con su deber”, indicó.
De igual manera el Purpurado recordó que “el Espíritu Santo quiere que despertemos y busquemos la amistad con él, quiere que recordemos que toda nuestra vida arranca en la cruz de Cristo, en la presencia de Jesús en la Eucaristía y que Él ha venido para salvarnos”.