VATICANO,
El Papa Benedicto XVI dedicó su habitual catequesis de los miércoles a resumir su histórica peregrinación a Tierra Santa y alentó a los católicos que habitan la región a trabajar por la unidad y la paz.
"Me agrada recapitular mi entero itinerario en el signo de la Resurrección de Cristo: a pesar de las vicisitudes que a lo largo de los siglos han marcado a los Santos Lugares, a pesar de las guerras, las destrucciones y desgraciadamente, los conflictos entre los cristianos, la Iglesia ha proseguido su misión, empujada por el Espíritu del Señor resucitado. La Iglesia está en camino hacia la unidad plena para que el mundo crea en el amor de Dios y experimente la alegría de su paz", indicó el Papa.
El Santo Padre recordó que su viaje, realizado del 8 al 15 de mayo, fue una "peregrinación por excelencia a las fuentes de la fe y al mismo tiempo una visita pastoral a la Iglesia que vive allí".
Ante más de 20 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó la primera etapa de su viaje, Jordania, en cuyo territorio se encuentran el Monte Nebo, desde donde Moisés vio la tierra prometida y murió sin poder llegar a ella; y Betania, pasado el Jordán, donde Jesús fue bautizado por San Juan Bautista. El memorial de Moisés en el Monte Nebo "habla de nuestra condición de peregrinos entre un "ya" y un "todavía no", entre una promesa tan grande y hermosa que nos sostiene en el camino y un cumplimento que nos supera y supera este mundo. La Iglesia vive en sí misma esta "índole escatológica" y "peregrina".
El Pontífice se refirió también a su bendición de las primeras piedras de dos iglesias en Betania, y afirmó que era "un signo de la apertura y del respeto vigentes en el reino hachemita por la libertad religiosa y la tradición cristiana y este dato es acreedor de aprecio.¡Qué importante es que los cristianos y los musulmanes coexistan pacíficamente respetándose mutuamente! Gracias a Dios y al compromiso de los gobernantes en Jordania es posible. He rezado mucho para que sea también así en otros lugares, pensando sobre todo en los cristianos que en cambio viven una situación difícil en Irak".
"En Jordania vive una nutrida comunidad cristiana, incrementada por los prófugos palestinos e iraquíes. Se trata de una presencia significativa y apreciada en la sociedad también por sus obras educativas y de asistencia, atentas a la persona, independientemente de su pertenencia étnica o religiosa", agregó.