VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recibió a los obispos de la Conferencia Episcopal Peruana que acaban de realizar su visita "ad limina", les pidió relanzar el espíritu misionero y trabajar por la unidad de toda la Iglesia.
Al comenzar su discurso, habló de la unidad de toda la Iglesia, que "nunca se ve definitivamente lograda y que se debe construir y perfeccionar incesantemente, sin rendirse ante las dificultades objetivas y subjetivas, con el propósito de mostrar el verdadero rostro de la Iglesia Católica, una y única".
Tras destacar que "la unidad auténtica en la Iglesia es siempre fuente inagotable de espíritu evangelizador", manifestó su alegría porque habían acogido en sus programas pastorales "el impulso misionero promovido por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, y especialmente la 'Misión continental', con vistas a que cada fiel aspire a la santidad tratando personalmente con el Señor Jesús, amándolo con perseverancia y conformando la propia vida con los criterios evangélicos, de modo que se creen comunidades eclesiales de intensa vida cristiana".
"Se trata de relanzar el espíritu misionero, no por temor al futuro, sino porque la Iglesia es una realidad dinámica y el verdadero discípulo de Jesucristo goza transmitiendo gratuitamente a otros su divina Palabra y compartiendo con ellos el amor que brota de su costado abierto en la cruz ", indicó.
Benedicto XVI exhortó a los prelados a "convocar a todas las fuerzas vivas de vuestras diócesis, para que caminen desde Cristo irradiando siempre la luz de su rostro, en particular a los hermanos que, tal vez por sentirse poco valorados o no suficientemente atendidos en sus necesidades espirituales y materiales, buscan en otras experiencias religiosas respuestas a sus inquietudes".
"La asidua visita pastoral a las comunidades eclesiales -también a las más alejadas y humildes-, la oración prolongada, la esmerada preparación de la predicación, vuestra paterna atención a los sacerdotes, a las familias, a los jóvenes, a los catequistas y demás agentes de pastoral, son la mejor forma de sembrar en todos el ardiente deseo de ser mensajeros de la Buena Noticia de la salvación, abriéndoos al mismo tiempo las puertas del corazón de aquellos que os rodean, sobre todo de los enfermos y los más necesitados", agregó.