JERUSALÉN,
Esta mañana, el Papa Benedicto XVI llegó hasta el Muro Occidental o Muro de las Lamentaciones, uno de los lugares judíos más emblemáticos de Israel. Aquí rezó en silencio, dejó un papel con una oración y luego se reunió con los jefes del Gran Rabinato de Israel ante quienes hizo votos por una mayor comprensión entre cristianos y judíos.
El Papa llegó al Muro procedente de la Explanada de las Mezquitas. El Muro Occidental o Muro de las Lamentaciones es una pared de 15 metros de alto que es un fragmento de la muralla en la que se apoyaba el lado oeste de la explanada del templo.
En el lugar, el rabino jefe leyó un salmo en hebreo y el Santo Padre otro en latín. Después de permanecer unos instantes en silencio, Benedicto XVI dejó entre sus grietas un papel en el que había escrito una oración, como hiciera Juan Pablo II en el año 2000.
Luego, el Pontífice se dirigió al Centro "Hechal Shlomo" (residencia de Salomón), llamada así porque recuerda al Templo de Salomón. Es la sede del Gran Rabinato de Israel, que alberga a los grandes rabinos sefardí y ashkenazi de Israel y el Tribunal Supremo Religioso.
Aquí, el Papa agradeció a los rabinos Shlomo Amar y Yona Metzger su deseo de "seguir fortificando los vínculos de amistad que la Iglesia Católica y el Gran Rabinato se han comprometido con tanta diligencia a que progresara en el último decenio" y aseguró por su parte que profundizará "en la comprensión recíproca y la cooperación entre la Santa Sede, el Gran Rabinato de Israel y el pueblo judío en todo el mundo".
El Papa aseguró que "un gran motivo de satisfacción desde el inicio de mi pontificado ha sido el fruto del diálogo actual entre la delegación de la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con los judíos y el Gran Rabinato de la delegación de Israel para las relaciones con la Iglesia católica".