SEVILLA,
El Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, señaló que los católicos no pueden ser indiferentes ante la situación laboral y social actual, sino más bien actuar "siempre desde nuestra condición de cristianos y de evangelizadores, y dentro del ámbito de la pastoral obrera".
"La pastoral obrera, dentro de la pastoral de conjunto, está buscando nuevos caminos de evangelización en los que, desde un renovado compromiso de fidelidad al Evangelio, sepa asumir los nuevos retos que el mundo del trabajo presenta. Es la comunidad entera quien asume este papel evangelizador y misionero", señaló el Arzobispo en una carta con ocasión del 1º de mayo, en la que se refirió a la actual crisis económica mundial y que está generando justificadas preocupaciones "en gran parte provocada por la flexibilidad del trabajo y la precariedad del empleo".
En su carta, el Purpurado recordó que "la acción de la Iglesia en el mundo obrero tiene que realizarse, evidentemente, desde la incuestionable lealtad a la fe cristiana, que reconoce a Cristo como el único Salvador".
Asimismo, explicó que "la fidelidad al mensaje evangélico, no sólo no amortigua la sensibilidad de una conciencia obrera que lucha contra las opresiones injustas, sino que la estimula y orienta en un verdadero camino de justicia".
"La pastoral obrera –explicó-, debe concienciar a la Iglesia sobre la situación que se está viviendo, y hacerla presente en aquellas acciones encaminadas a lograr la superación de una crisis económica y social de tanta trascendencia individual y familiar".
Por ello, insistió en la necesidad de que los católicos ejerzan "su derecho a interesarse positivamente por todo cuanto atañe al bien común y a la presencia de doctrina social de la Iglesia en el mundo del trabajo", y alentó a las parroquias "a incluir en sus planes pastorales la atención a las personas más afectadas por la crisis", denunciando las injusticias y "motivando a la comunidad parroquial para que comparta sus bienes".