VATICANO,
Al finalizar la audiencia general de hoy, el Papa Benedicto XVI recordó el 25 aniversario de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), y se la confió a un grupo de jóvenes del Centro San Lorenzo, exhortándolos a llevarla "a todos los rincones de la tierra".
Dirigiéndose a estos jóvenes, el Papa recordó que "el 22 de abril de 1984, cuando terminaba el Año Santo de la Redención, el amado Juan Pablo II confió a los jóvenes del mundo la gran cruz de madera que, por su deseo, fue colocada en el altar mayor de la Basílica de San Pedro durante aquel especial Año Jubilar".
"Desde entonces –continuó Benedicto XVI– la Cruz fue acogida en el Centro Internacional Juvenil San Lorenzo, y de allí comenzó a viajar por los Continentes, abriendo los corazones de muchos muchachos y muchachas al amor redentor de Cristo. Este peregrinaje suyo prosigue todavía, sobre todo en preparación de la Jornada Mundial de la Juventud, y por eso ha llegado a ser conocida como 'Cruz de la JMJ'".
"¡Queridos Amigos, os confío nuevamente esta Cruz! ¡Sigan portándola a todos los rincones de la tierra, para que también las próximas generaciones descubran la Misericordia de Dios y revivan en sus corazones las esperanzas en Cristo crucificado y resucitado!", concluyó.
La delegación de 25 jóvenes italianos acompañados de algunos polacos, estuvo liderada por los sacerdotes Eric Jacquinet, Responsable de la Sección para los Jóvenes del Pontificio Consejo para los Laicos y del P. Benoît de Baenst, capellán de San Lorenzo in Piscibus.
Al final de la Audiencia, la Cruz de la JMJ y el ícono mariano – que también se ha convertido en un signo de estas jornadas – se quedó en la Plaza de San Pedro para ser venerada por los presentes, antes de ser llevada en procesión a la sede del Centro San Lorenzo.