VATICANO,
El Papa Benedicto XVI cumple este jueves 82 años, “buscando llevar a los hombres a Dios”, según explicó el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el P. Federico Lombardi,SJ.
El Pontífice celebra su 82 cumpleaños en el palacio apostólico de Castel Gandolfo, a pocos kilómetros de Roma donde transcurre un breve período de descanso después de los ritos de Semana Santa.
El P. Lombardi expresó su felicitación al Papa manifestando el deseo de que “pueda continuar ejerciendo durante muchos años su ministerio, que es un ministerio profundo de ayuda a los hombres y mujeres para encontrar a Dios”.
“El centro de su preocupación es llevar a los hombres a Dios y Dios a los hombres a través de un gran amor personal por Cristo”, dijo el P. Lombardi; y señaló que “a pesar de la actitud crítica necesaria hacia tantos aspectos negativos de la cultura o de la mentalidad de hoy, en el fondo, el mensaje que se quiere dar es un mensaje de amor, un mensaje para el bien del ser humano y que es la reconciliación con Dios y con todos los habitantes de la tierra”.
Joseph Aloysius Ratzinger, nombre de pila de Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) el 16 de abril de 1927. De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising. En el año 1953 se doctora en Teología con la disertación "Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de San Agustín". Cuatro años más tarde obtenía la cátedra con su trabajo sobre "La Teología de la Historia de San Buenaventura".
Tras conseguir el encargo de Dogmática y Teología Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma universidad. En 1962 aportó una notable contribución en el Concilio Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.