SANTIAGO,
El ex cantante y actor colombiano Marino Restrepo, ex rehén de la guerrilla marxista FARC, viene impulsando un movimiento apostólico laical fruto de la conversión que vivió durante su cautiverio.
Durante una reciente visita a la capital chilena, Restrepo, ex actor en Hollywood y músico exclusivo del sello Sony, confesó que tras vivir una existencia "disipada y pagana", relató que a los 47 años, cuando fue secuestrado por las FARC, descubrió una nueva misión en su vida: dar testimonio del poder reconciliador de Jesucristo y la Iglesia.
Durante un encuentro con los alumnos del Colegio "Cordillera" de Santiago, Restrepo relató que tras terminar la secundaria, estudió artes y composición musical en Hamburgo y se estableció luego en Los Ángeles (Hollywood) donde, en 1985, fue contratado por Sony como artista exclusivo.
"Permanecí alejado de Dios por más de 33 años, ya que desde la década del 60 viví una vida completamente desordenada, acercándome a otras iglesias y ritos paganos", relató Restrepo, quien indicó además que en esa época practiqué "magia negra, astrología, lectura del tarot y viví lleno de supersticiones". "Mi vida giraba en torno al placer y a la fama".
Sin embargo, todo cambió cuando en diciembre de 1997, camino a la finca de uno de sus familiares en Colombia, fue secuestrado por las FARC. Durante el cautiverio, de seis meses, "viví una iluminación de mi conciencia. Entré en una visión en la que experimenté el juicio de mi vida ante la persona de Jesucristo como si hubiese muerto. Cuando por milagro de Dios y a pesar de estar sentenciado a muerte fui dejado libre sin explicación alguna, pude darme cuenta con claridad que ya había en mí una percepción totalmente nueva y que yo no podía mirar hacia atrás", explica el exactor.
Como respuesta a la experiencia espiritual, Restrepo fundó en 1999 una misión en Bogotá que llamó "Peregrinos del Amor", actualmente extendida por 67 países en los cinco continentes. Restrepo ha asumido como tarea principal abrir centros misioneros laicales en el mundo.
En una entrevista con la prensa chilena, Restrepo señaló que su intención es compartir "mi experiencia de vida, que comprende dos etapas: una sin Dios y otra con Dios. Aspiro a despertar conciencia en la gente, llevarlos a un crecimiento espiritual, sembrar valores, principios y moral en un mundo que parece perderlos cada vez con más velocidad".