VATICANO,
En su encuentro este fin de semana con los jóvenes de Angola en el Estadio dos Coqueiros de Luanda, el Papa Benedicto XVI los alentó a atreverse a "tomar decisiones definitivas, porque en realidad son las únicas que no destruyen la libertad, sino que crean su correcta orientación, permitiendo avanzar y alcanzar algo grande en la vida".
Al iniciar su discurso, el Papa recordó que "Dios marca la diferencia... Más aún, Dios nos hace diferentes, nos renueva". "El futuro de la humanidad nueva es Dios; una primera anticipación de ello es precisamente su Iglesia. Cuando os sea posible, leed atentamente su historia: os daréis cuenta de que con el pasar de los años, no envejece; al contrario, es cada vez más joven, porque camina al encuentro del Señor, acercándose más cada día a la única y verdadera fuente de la que mana la juventud, la regeneración y la fuerza de la vida".
Dirigiéndose de modo especial a los jóvenes huérfanos y mutilados, dijo: "Pienso en las innumerables lágrimas que muchos de vosotros habéis derramado por la pérdida de vuestros familiares, y no es difícil imaginar las sombrías nubes que aún cubren el cielo de vuestros mejores sueños".
"Fijaos que Jesús no nos deja sin respuesta; nos dice claramente una cosa: la renovación comienza desde dentro; recibiréis una fuerza de lo Alto. La fuerza dinámica del futuro está dentro de vosotros".
"Está dentro..., pero ¿cómo? Como la vida está dentro de la semilla: así lo explicó Jesús en un momento crítico de su ministerio. Jesús habló de un sembrador, que esparce su semilla en el campo del mundo, explicando después que la semilla es su Palabra, son sus curaciones: ciertamente es poco si se compara con las enormes carencias y dificultades de la realidad cotidiana. Y, sin embargo, en la semilla está presente el futuro, porque la semilla lleva consigo el pan del mañana, la vida del mañana. La semilla parece que no es casi nada, pero es la presencia del futuro, es la promesa que ya hoy está presente; cuando cae en tierra buena produce una cosecha del treinta, del sesenta y hasta del ciento por uno".
El Santo Padre resaltó luego que en medio de los jóvenes "se encuentra el nuevo Pan, el Pan de la vida futura, la Sagrada Eucaristía que nos alimenta y hace brotar la vida trinitaria en el corazón de los seres humanos".