LUANDA,
En la Misa que esta mañana celebró con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, movimientos eclesiales y catequistas de Angola y Santo Tomé, el Papa Benedicto XVI aseguró que quien experimenta que sin Cristo la vida es incompleta, tiene la obligación de "ofrecer a todos la posibilidad de alcanzar la vida eterna".
Desde la iglesia de Sao Paulo, construida por los Padres Capuchinos en 1935 y que desde 1982 es propiedad de los Salesianos, el Papa explicó que "hoy os toca proponer a Cristo resucitado a vuestros paisanos. Muchos de ellos viven aterrorizados por los espíritus, por los poderes nefastos que creen que los amenazan; desorientados llegan a condenar a los niños de la calle y hasta a los ancianos porque dicen que son brujos".
" ¿Quién puede anunciarles que Cristo ha vencido para siempre la muerte y todos los poderes oscuros? Algunos dicen: ‘¿Por qué no los dejamos en paz? Ellos tienen su verdad y nosotros la nuestra. Vivamos pacíficamente dejando que cada uno sea como es para que se realice del mejor modo posible su autenticidad’", explicó.
"Pero si nosotros estamos convencidos y hemos experimentado que sin Cristo la vida es incompleta y le falta una realidad, más aún, la realidad fundamental tenemos que estar convencidos de que no es una injusticia para nadie si les presentamos a Cristo y les damos la posibilidad de encontrar de esta forma su autenticidad verdadera, la alegría de haber encontrado la vida. Tenemos que hacerlo, es nuestra obligación ofrecer a todos la posibilidad de alcanzar la vida eterna", agregó.
"Ayudemos a la miseria humana a encontrarse con la Misericordia divina. El Señor nos hace amigos suyos, se entrega a nosotros, nos da su Cuerpo en la Eucaristía, nos confía su Iglesia. (...) Abracemos su voluntad como hizo San Pablo: ‘Predicar el Evangelio (...) es para mí un deber. ¡Ay de mi, si no anunciase el Evangelio!", afirmó.
Finalizada la Santa Misa el Papa se trasladó a la nunciatura apostólica, donde almorzó.