MONTREAL,
El Hospital Infantil de Montreal enfrenta una demanda por de 3.5 millones de dólares por haber mantenido con vida a una niña con severas discapacidades sin el consentimiento de sus padres.
Según el diario National Post, la pequeña Phebe Mantha nació el 5 de noviembre de 2007 y sufrió graves complicaciones en el parto por lo que fue transferida al Hospital Infantil donde los médicos le dijeron a sus padres, Marie-Eve Laurendeau y Stephane Mantha, que la niña no sería capaz de respirar o alimentarse por su cuenta, que podría ser sorda, sufrir retardo mental y que no podría ver ni caminar.
"Les dijeron que Phebe tendría muy poca conciencia de la vida y los médicos recomendaron suspender la alimentación y los aparatos respiratorios", señaló el abogado de la pareja, Jean-Pierre Menard. Los padres aceptaron creyendo que acabarían con el dolor de su hija.
Sin embargo, la pequeña Phebe se aferró a la vida y contra pronóstico de los médicos fue capaz de respirar por su propia cuenta. Sin embargo, necesitaba de un tubo alimenticio para nutrirse.
Según Menard, los médicos dijeron que Phebe sufría cada vez que era alimentada y recomendaron suspender su nutrición.
"Sus padres dijeron que esa era la peor decisión que debían tomar, pero que no podían ver a su hija llevar una vida así" y que si la niña pudiese tomar una decisión "habría estado de acuerdo en acabar con su vida", sostiene el abogado de la pareja.