Yaundé,
Al visitar esta tarde (hora local) a los enfermos en el Centro Cardenal Paul Emile Léger – Centro Nacional de Rehabilitación de Discapacitados de Yaundé, el Papa Benedicto XVI recordó que "no están solos en vuestro sufrimiento, porque Cristo mismo es solidario con quienes sufren. Él revela a los enfermos el lugar que tienen en el corazón de Dios y en la sociedad".
En su discurso, el Santo Padre recordó que "el evangelista Marcos nos ofrece como ejemplo la curación de la suegra de Pedro" y que "en este pasaje del Evangelio vemos a Jesús que vive una jornada entre los enfermos para aliviarlos. Él nos revela también, con gestos concretos, su ternura y su benigna atención para con todos los que tienen el corazón golpeado y el cuerpo herido".
El Papa señaló luego que "pienso también en todos los enfermos, especialmente aquí, en África, que son víctimas de las enfermedades como el SIDA, la malaria y la tuberculosis. Sé bien como con ustedes la Iglesia Católica está fuertemente empeñada en una lucha eficaz contra estos terribles flagelos, y los aliento a proseguir con determinación esta obra urgente".
"A ustedes que son probados por la enfermedad y el sufrimiento, a todas vuestras familias, deseo llevar de parte del Señor un poco de consuelo, renovarles mi aliento e invitarlos a dirigirse a Cristo y a María que Él nos ha dado como Madre. Ella ha conocido el sufrimiento y ha seguido a su Hijo en el camino hacia el Calvario, conservando en su corazón el amor mismo que Jesús ha venido a traer a todos los hombres".
En presencia de "sufrientes atroces, nos sentimos sobrepasados y no encontramos las palabras justas. Ante un hermano o una hermana inmerso en el misterio de la Cruz, el silencio respetuoso y compasivo, nuestra presencia sostenida por la oración, un gesto de ternura y consuelo, una mirada, una sonrisa, pueden hacer más que tantos discursos", prosiguió el Papa.
Benedicto XVI explicó luego que Dios, "el Padre de todas las misericordias acoge siempre con benevolencia la oración de quien se dirige a Él. Él responde a nuestra invocación y a nuestro oración como Él quiere y cuando quiere, para nuestro bien y no de acuerdo a nuestros deseos".