RIO DE JANEIRO,
Una analista explicó a ACI Prensa que detrás de los ataques contra el Arzobispo de Recife, Mons. José Cardoso Sobrinho, existe la urgencia de esconder graves irregularidades en el aborto que se le practicó a la niña de 9 años. Alberto R. S. Monteiro reveló que la discusión sobre la excomunión fue creada intencionalmente por sectores abortistas para desviar la atención de la opinión pública.
Según el analista, nadie se ha enterado que la niña fue incomunicada por una asistenta social del Instituto Materno Infantil de Pernambuco en Recife, hospital estatal donde se comenzaron las gestiones para el aborto "legal"; y que empleados del hospital, al percatarse que el padre biológico de la niña estaba dispuesto a rescatarla con ayuda del Obispo de Pesqueira, Mons. Francesco Biasin, permitieron que una ONG abortista convenciera a la madre y a la menor para trasladarla a una clínica privada donde finalmente le practicaron el aborto.
Monteiro destacó la exagerada cobertura de las declaraciones del Arzobispo de Recife y el silencio absoluto de la prensa ante los esfuerzos del padre biológico de la menor que siempre se opuso al aborto de su hija así como del Obispo de Pesqueira y algunos de sus colaboradores que fueron en busca de auxiliar a la niña.
Según el analista, el padre de la niña agotó todos los recursos para sacar a su hija del hospital donde la mantuvieron incomunicada, a pesar que la ley prescribe que cualquier atención para niños menores debe contar con la expresa aprobación de sus padres. Por el contrario, sólo encontró resistencia y una asistenta social del Hospital no identificada que lo engañó diciéndole que si no abortaba, la niña moriría.
"Ningún médico, psicólogo u otro profesional dio explicaciones al padre. La asistenta social mantuvo incomunicada a la niña y enfrentó al Consejo Tutelar de Alagoinha, pueblo natal de la niña, que pedía detener los procedimientos de aborto. Cuando el padre y los miembros del Consejo Tutelar preguntaron por la salud de los tres niños. La asistenta les respondió: ‘No hay tres niños aquí, sólo hemos registrado a una, los demás son embriones’, a pesar que los gemelos por nacer ya tenían 5 meses de gestación", reveló Monteiro.
El padre de la menor buscó entonces al Obispo de Pesqueira, a cuya diócesis pertenece Alagoinha, para que interviniera en el caso. Mons. Biasin, a quien la prensa brasileña no ha entrevistado, envió a médicos y psicólogos de la diócesis para que asistieran a la menor pero ésta fue trasladada a otro nosocomio por su madre, a quien representantes de la ONG abortista Grupo Curumim convencieron de la urgencia del aborto.