VATICANO,
En el segundo día de su visita a África, el Papa Benedicto XVI se reunió esta mañana (hora local) con los Obispos de Camerún, a quienes recordó que "en este año consagrado a San Pablo, es especialmente oportuno recordar la necesidad urgente de anunciar el Evangelio a todos".
Tras celebrar Misa en privado en la capilla de la Nunciatura Apostólica de Yaundé, el Papa se trasladó al Palacio de la Unidad para realizar una visita de cortesía al Presidente de la República de Camerún, Paul Biya. Seguidamente se dirigió a la Iglesia de Christ-Roi en Tsinga de Yaundé, donde tuvo un encuentro con los 31 obispos de la Conferencia Episcopal Nacional de Camerún.
Benedicto XVI destacó en su discurso que "todos los pastores de la Iglesia deben estar unidos por una profunda comunión" y precisó que "una colaboración eficaz entre las diócesis, sobre todo para una mejor distribución de los sacerdotes en el país, favorecerá las relaciones de solidaridad fraterna con las iglesias diocesanas más pobres, de modo que el anuncio del Evangelio no sufra por la falta de ministros".
Refiriéndose a la importancia de que los obispos vivan en comunión con sus presbíteros, el Papa subrayó que "el ejemplo y la palabra de su obispo supone una ayuda preciosa para que la vida espiritual y sacramental de los sacerdotes ocupe un lugar central en su ministerio, alentándoles a descubrir y a vivir cada vez con mayor profundidad la tarea específica del pastor, que es en primer lugar la de ser un hombre de oración. La vida espiritual y sacramental es una extraordinaria riqueza que hemos recibido para nosotros mismos y para el bien del pueblo que se nos ha confiado".
El Papa expresó su alegría por los numerosos jóvenes que se presentan como candidatos al sacerdocio, para lo que "es esencial que se realice un serio discernimiento, dando prioridad a la selección y a la formación de los formadores y de los directores espirituales".
"Desde los orígenes de la fe cristiana en Camerún, los religiosos y las religiosas han ofrecido una contribución fundamental a la vida de la Iglesia. Doy gracias a Dios con vosotros y me alegro del desarrollo de la vida consagrada entre las hijas y los hijos de vuestro país", añadió el Papa.