GINEBRA,
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, expresó ante la ONU la preocupación del Vaticano por la discriminación de los cristianos aún en las sociedades en las que son mayoría, y pidió que cada país garantice el derecho a la liberta religiosa.
Al participar en una reunión del Consejo de Derechos Humanos, Mons. Tomasi recordó que "en muchas partes del mundo, las minorías religiosas, incluida las minorías cristianas, todavía enfrentan a diario discriminación y prejuicios".
"La Santa Sede expresa su preocupación sobre el aumento de situaciones de intolerancia religiosa e insta a los Estados a que adopten todas las medidas necesarias - educativas, jurídicas y judiciales - destinadas a garantizar el respeto del derecho a la libertad de religión y proteger a las minorías religiosas", indicó.
Asimismo, recordó que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha admitido "que la negación de los derechos de las comunidades cristianas" también "puede existir cuando los cristianos son una mayoría en la sociedad" y un ciertos estados, que "se habían comprometido a una relación equilibrada y saludable entre la Iglesia y el Estado, se están alineando cada vez más con las políticas secularistas que buscan reducir el papel de la religión en la vida pública".
"La Santa Sede exhorta a esos Estados a ser incluyente y reconocer el importante papel que las religiones pueden desempeñar en la sociedad. Las religiones, de hecho, contribuyen a la promoción de valores morales y sociales, que van más allá de un concepto individualista de la sociedad y el desarrollo, buscando el bien común, así como la protección y el respeto de la dignidad humana", precisó.
En este tema, aclaró que la Santa Sede no considera necesario "otro instrumento internacional" para atacar el problema sino que "la aplicación del principio universal de la libertad de religión es la mejor protección; cada Estado debería examinar su propia legislación nacional y considerar la forma en que puede fomentar un diálogo franco pero respetuoso entre los miembros de la misma religión , entre los representantes de las diferentes religiones y las personas que no tienen ninguna creencia religiosa".