MÉXICO D.F.,
Ante la insistencia de los periodistas que lo siguen en su visita a Monterrey, el Presidente del Pontificio Consejo para la Salud, Cardenal Javier Lozano Barragán, explicó su postura en el caso de la joven italiana Eluana Englaro, que falleció luego que los médicos le suspendieran la nutrición e hidratación a pedido de sus familiares.
"Yo dije y lo repito: el que mata a un inocente es un homicida, el que no mata no es un homicida. Esa es mi declaración de siempre", reiteró el Purpurado al ser consultado por la amenaza de demanda en su contra que hizo el padre de Eluana.
De visita en el Hospital Universitario de Monterrey, el Cardenal Lozano recordó que hay un mandamiento que dice "no matarás".
Asimismo, señaló que la medicina puede buscar la cura para el paciente, y si esto no es posible, debe aliviar su dolor con "cuidados paliativos" que son fundamentales porque "el momento crucial de una persona es su muerte y debe llegar con mucha conciencia para dar ese paso definitivo".
El Purpurado precisó que la Iglesia apoya a la medicina en estas misiones, pero no puede respaldar "el ensañamiento terapéutico, cuando la medicina o las técnicas son inútiles o desproporcionadas para el paciente, cuando no lo alivian ni lo curan y solo prolongan una penosa agonía".
"Ante un medio desproporcionado nadie está obligado a darse otra atención sino dejar el curso natural", manifestó pero reiteró que ése no era el caso de Eluana.