ROMA,
Gennaro Auletta, profesor de Filosofía de las Ciencias en la Pontificia Universidad Gregoriana y Director Científico del proyecto Stoq (Ciencia, Teología e Investigación Ontológica) explicó en una entrevista a L'Osservatore Romano los alcances de la falsa oposición entre el darwinismo y lo que afirma la Iglesia Católica al respecto.
En el marco de la celebración en la mencionada casa de estudios de la conferencia internacional "La evolución biológica: Hechos y teorías", que se realiza hasta el 7 de marzo con la colaboración de la Universidad de Notre Dame (Indiana, EEUU) y promovida por el Pontificio Consejo para la Cultura, el experto italiano precisa que la Iglesia frente al darwinismo "nunca ha tenido una actitud de condena".
"Esta es una de las múltiples razones que hacen que sea superfluo, en mi opinión, casi todo esfuerzo de recuperación o rehabilitación de Darwin, porque ni la Iglesia Católica ni sus exponentes significativos, nunca han condenado ni el darwinismo, ni la teoría de la evolución", explicó.
Incluso, continuó el Subdirector de la mencionada conferencia internacional, "siempre ha habido mucha atención para ella. Basta recordar que el Cardenal John Henry Newman que en Inglaterra fue un claro sostenedor, desde sus albores, del darwinismo. Diría incluso que desde la famosa toma de posición de Juan Pablo II en 1996, se ha pasado a una fase de reconocimiento".
Es necesario recordar al respecto la opinión del Cardenal Schonborn, quien en un artículo publicado en el New York Times en 2005 precisara que "la carta (de Juan Pablo II de 1996) no puede ser leída como la aprobación de todas las teorías del evolucionismo, incluyendo las teorías neo-darwinianas que explícitamente niegan la divina providencia como protagonista en el desarrollo de la vida en el universo".
Asimismo, cabe resaltar que el problema que se presenta sobre este tema no está concretamente en la teoría de la evolución, sino en el evolucionismo como ideología radical, según precisara hace unos días el sacerdote jesuita Marc Leclerc, profesor de Filosofía de la Naturaleza de la Pontificia Universidad Gregoriana.