ROMA,
Al conmemorarse hoy 70 años de la elección del Papa Pío XII a la Sede de Pedro, el diario vaticano L'Osservatore Romano (LOR) recordó la gran labor de este Pontífice durante la Segunda Guerra Mundial, que "inerme como su Iglesia, hizo frente, repitiendo sin descanso palabras de paz y operando silenciosamente para salvar cuantas vidas humanas fuera posible".
Esta "obra de paz" de Pío XII que permitió salvarle la vida a cientos de miles de judíos "fue al principio reconocida pero luego olvidada, incluso oscurecida por polémicas instrumentales e históricamente infundadas", precisa LOR en el editorial de hoy dedicado al Papa Pacelli que fuera elegido Pontífice el 2 de marzo de 1939, tras tres escrutinios en menos de 24 horas.
"En una situación internacional que se iba rápidamente precipitando hacia el abismo, se abría así un pontificado que se revelaría como uno de los más importantes del siglo XX. El nuevo Papa, marcado por una profunda religiosidad y reconocido incluso por los crítico más severos (…) era con toda probabilidad el más preparado y brillante exponente de una diplomacia pontificia que contaba con hombres fuera de lo ordinario, como los dos más estrechos colaboradores del Secretario de Estado apenas convertido en sucesor de Pedro, Giovanni Battista Montini (años después Pablo VI) y Domenico Tardini, que el Papa rápidamente confirmó en sus roles claves".
El editorial de Giovanni Maria Vian, Director de LOR, recuerda luego que estando al servicio de San Pío X y Pío XI, el Papa Pacelli adquirió una experiencia única y de primera mano "sobre la Iglesia y sobre los asuntos internacionales. Y esta experiencia el Pontífice la puso al servicio papal que, desde el primer hasta el último día, creció siempre de modo similar a su preparación, rigurosa y continuamente actualizada".
Tras destacar su gran "atención a la modernidad" y como Pablo VI se referiría a él años después como "amigo de nuestro tiempo", Vian explica que esta mezcla "de la rigurosa preparación teológica, jurídica y espiritual, de acuerdo a las mejores tradiciones del clero de Roma, la apertura internacional, también de algún modo romana, y la atención a la modernidad le habrían permitido a Pacelli –en continuidad con Pío XI y los Papas que lo precedieron– ayudar al catolicismo a afrontar, superada la espantosa tragedia de la guerra, la transición hacia una edad nueva, marcada por la Iglesia de Roma antes de la elección de Juan XXIII y luego, sobre todo por el Vaticano II".
A 70 años de la elección de PíoXII, concluye el editorial, "parece necesario volver a un largo y equilibrado consenso sobre su acción durante la guerra y sobre la importancia de su pontificado. Haciéndole justicia, primero a la historia, antes, incluso, que a un gran Papa".