KÖNIGSTEIN,
Luego de transcurridos seis meses desde que los huracanes azotaran Haití, miles de personas todavía sufren sin hogar y sin alimentos. Así lo indicó el Arzobispo Louis Kébreau, quien solicita además a las autoridades una mayor intervención para paliar esta situación.
Según indica L'Osservatore Romano, el Prelado hizo estas declaraciones desde Königstein, Alemania, en la sede de la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que ya ha donado 41 mil dólares para hacer frente a la emergencia y responder a las necesidades fundamentales de la población haitiana de alimento y vestido.
Mons. Kébreau resaltó también que "ha constatado personalmente el dolor de la gente. Las personas sufren. Han perdido madres, padres, familias, hay muchos huérfanos". "Todavía hoy, muchos meses después, muchas casas están abandonadas, las calles no han sido reparadas, hay una gran miseria y la gente está hambrienta", añade.
El Prelado agradeció a AIN por el sostenimiento que provee: "sé que Europa atraviesa dificultades económicas, y sin embargo comparte con otros la riqueza y la alegría que Dios les da", dijo.
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