MÉXICO D.F.,
El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, explicó la necesidad que tienen las personas de experimentar el perdón radical de Dios y precisó además que "quien cree en el perdón, nunca está perdido. En lo más íntimo de su corazón encontrará siempre la fuerza de Dios para levantarse".
En su homilía de ayer en la Catedral Primada de México, el Cardenal Rivera destacó que Dios otorga al fiel "un perdón creador. No es simplemente, borrón y cuenta nueva, no, su perdón hace criaturas nuevas, corazones nuevos".
Este perdón misericordioso de Dios, prosiguió el Arzobispo, lo muestra Cristo. Esta experiencia puede apreciarse en la parábola del Hijo Pródigo: "Cristo revela al Padre que es bueno con el hijo que está en casa y con el que se va. Sale al encuentro del pródigo y sabe hacer fiesta por su regreso a casa. Si en el Antiguo Testamento se hablaba del perdón como de una 'nueva creación', en el Nuevo Testamento, a la luz del misterio pascual, debemos hablar del perdón como de una resurrección: El hombre perdonado es uno que 'ha resucitado con Cristo'".
Tras explicar que este poder del Señor ha sido transmitido a su Iglesia, el Arzobispo resaltó que "por desgracia, muchas personas han suprimido de sus vidas la experiencia del perdón de Dios. No hay duda de que quien no tiene esta experiencia de sentirse radicalmente perdonada, es una persona que corre el riesgo de empobrecerse y quedarse sin fuerza para enfrentarse, sinceramente, consigo misma y renovar su existencia".
El Cardenal Rivera subrayó que "los creyentes debemos apreciar debidamente la gracia liberadora y humanizadora que se encierra en la experiencia del perdón de Dios. Nuestra vida siempre tiene salida".
Por ello, concluyó, "todo puede convertirse de nuevo en gracia. Quien cree en el perdón, nunca está perdido. En lo más íntimo de su corazón encontrará siempre la fuerza de Dios para levantarse y caminar y en el sacramento de la reconciliación siempre podrá descubrir un signo visible de Aquel que le dice: 'Hijo, tus pecados te quedan perdonados, levántate'".