MÉXICO D.F.,
El Obispo de Tehuacán, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, en su mensaje por Cuaresma señaló que "el ayuno, la limosna y la oración no son tres opciones para escoger una de ellas" en el tiempo de Cuaresma, sino "tres formas de vivencia cuaresmal en que una lleva a las otras dos, complementándose mutuamente".
Expresando la relación que hay entre las tres, el Prelado señaló que "el ayuno tiene un inmediato aspecto físico y externo: abstenernos de una determinada cantidad o tipo de alimento"; pero, acotó, que "lo físico y externo del ayuno es signo de un gesto interior: abstenernos de las acciones que ofenden a otros".
"No hay provecho en sustraer alimentos al cuerpo si el corazón no se aparta de la injusticia y si la lengua no se abstiene de la calumnia", precisó Mons. Aguilar recordando a San Gregorio Magno.
Asimismo, el Prelado precisó que la limosna no consiste en "dar de lo que nos sobra y para tranquilizar la conciencia, sino dar hasta que nos duela: de lo que somos y tenemos, nuestros bienes, nuestras capacidades, nuestro tiempo, darnos a nosotros mismos. La crisis económica que estamos experimentando se convierte en una ocasión importante para la solidaridad en la limosna".
De igual manera, haciendo referencia a la oración, el Prelado señaló que ésta nos sirve para "escuchar al Padre, que nos habla por Cristo, su Hijo, y en Su Espíritu; leer asiduamente la Sagrada Escritura en espíritu de oración, escuchando lo que el Señor me dice y respondiéndoles con generosidad. Oración excelente en la Cuaresma y siempre, es la Eucaristía dominical".
Finalmente, el Prelado mexicano recordó a los fieles que "la Cuaresma nos une a Jesús que inicia su misión con la oración y el ayuno y la culmina con su Misterio Pascual; por esto mismo, la Cuaresma no tiene como fin hacer penitencia, sino ésta como medio para unirnos a Jesucristo, morir con Él para resucitar con Él".