VALENCIA,
El Administrador Apostólico de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, llamó a los católicos a ejercer la libertad religiosa en el ámbito público porque de lo contrario "condenan la vivencia y expresión de su fe a la clandestinidad social, limitando su creatividad y empobreciendo su aportación al bien común".
En su carta semanal "Cultura del amor frente a laicismo de Estado", el Purpurado advirtió que si se acepta esa restricción a la clandestinidad "¿no estaríamos negando el derecho a existir en la sociedad de nuestras tradiciones, costumbres, arte y cultura de inspiración religiosa?".
"Este patrimonio es fruto de muchas y sucesivas generaciones, que lo han trasmitido vivo a las actuales para que éstas, incorporando su propia creatividad, la transmitan a las futuras. Esta sociedad no es patrimonio del Estado, sino de las personas, de los ciudadanos. Entre ellos están también los ciudadanos de religión católica", recordó.
El Cardenal señaló que "la historia reciente muestra la debilidad y el fracaso de una cultura social y política basada en el laicismo radical", pues "ningún Estado es Dios ni puede pretender ocupar su lugar ante la persona humana".
En ese sentido, advirtió que "el triunfo del laicismo radical como ideología de Estado" trae "el silenciamiento de Dios en la vida pública", que se constata en la omisión de los principios de la ley natural o "del potencial humanizador del Evangelio vivido activamente desde la libertad religiosa".
El Purpurado recordó a los católicos su compromiso social y político, e indicó que su actuación en la sociedad "está impulsada por una cultura que acoge y da razón de las instancias que derivan de la fe y de la ley natural, y las sitúan como fundamento objetivo de proyectos concretos".