VATICANO,
Al recibir esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la comunidad del Pontificio Colegio Pío Latinoamericano de Roma, el Papa Benedicto XVI alentó a unirse y promover la "Misión Continental" en América Latina y el Caribe, para que los católicos sean "discípulos y misioneros de Jesucristo".
Al iniciar su discurso, el Papa explicó a los presentes que "en Roma, junto a la Cátedra del Príncipe de los Apóstoles, ustedes tienen una oportunidad privilegiada de forjar su corazón de verdaderos apóstoles, en los que todo su ser y quehacer esté anclado firmemente en el Señor, que ha de ser siempre para ustedes cimiento, brújula y meta de sus esfuerzos".
"Sus obispos –prosiguió– los han enviado al Pontificio Colegio Pío Latinoamericano para que se llenen de la sabiduría de Cristo crucificado, de forma que, al regresar a sus diócesis, puedan poner este tesoro a disposición de los demás en los diversos encargos que les sean confiados. Esto requiere aprovechar bien el tiempo de su estancia en Roma. La constancia en el estudio y la investigación rigurosa, además de hacerlos indagar en los misterios de la fe y en la verdad sobre el hombre a la luz del Evangelio y de la tradición de la Iglesia, fomentará en ustedes una vida espiritual arraigada en la Palabra de Dios y siempre alimentada por la riqueza incomparable de los sacramentos".
Tras resaltar que "el amor y la adhesión a la Sede Apostólica es una de las características más relevantes de los pueblos latinoamericanos y del Caribe", el Papa recordó su visita a Brasil en mayo de 2007, cuando en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, "comprobé emocionado las manifestaciones de colegialidad y comunión fraterna en el ministerio episcopal de los representantes de las Conferencias Episcopales de aquellos nobles países. Con mi presencia allí, quise alentar a los obispos en su reflexión sobre algo fundamental para avivar la fe de la Iglesia que peregrina en aquellas amadas tierras: llevar a todos nuestros fieles a ser 'discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida'".
Por ello, el Santo Padre invitó a "asociarse con entusiasmo a ese espíritu, mostrado en el dinamismo con el que todas aquellas diócesis han iniciado, o lo están haciendo, la 'Misión continental' impulsada en Aparecida, iniciativa que facilitará la puesta en marcha de programas catequéticos y pastorales destinados a la formación y desarrollo de comunidades cristianas evangelizadas y misioneras".
"Acompañen estos propósitos con su ferviente oración, para que los fieles conozcan, se entreguen e imiten cada vez más a Jesucristo, participando frecuentemente en las celebraciones dominicales de cada comunidad y dando testimonio de Él, de modo que se conviertan en instrumentos eficaces de esa 'Nueva Evangelización', a la cual convocó repetidamente el Siervo de Dios Juan Pablo II, mi venerado predecesor".