SANTIAGO,
El Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Fernando Chomalí, señaló que la lamentable muerte de la italiana Eluana Englaro muestra que "esta es una sociedad que nos valora cuando estamos sanos, cuando somos inteligentes, pero no cuando estamos postrados".
En ese sentido, el Prelado afirmó que "la Iglesia Católica va a insistir siempre en que todo ser humano, desde el momento de la fecundación y hasta la muerte natural, aunque se encuentre gravemente enfermo, es una persona viva y que merece todo el cuidado y respeto".
El Obispo experto en bioética recordó que la muerte es parte de la experiencia humana y que nadie tiene el derecho de realizar una acción que "tienda a eliminar a otra".
"Que quede claro que para nosotros la alimentación y la hidratación es una acción totalmente proporcionada y ordinaria, y si alguien hubiese preguntado si estábamos en este caso obligados, por ejemplo, a una intervención quirúrgica, yo hubiera sido el primero en decir que no. Eso nos parece desproporcionado y extraordinario, pero aquí estamos hablando de un derecho básico que tiene toda persona, dada su dignidad intrínseca, a poder estar alimentada e hidratada", expresó.
Mons. Chomalí criticó que en occidente se abandone a los enfermos. "Tenemos que hacer todos ahí un mea culpa, y lo más probable es que el padre de Eluana se haya sentido solo, agobiado, sin apoyo económico, moral, ni social, y haya pensado que la única salida era la muerte de su hija", señaló.
El Prelado recordó que el Papa Benedicto XVI enseñó que el sufrimiento "es un misterio" y "el lugar privilegiado de la solidaridad". "Invito a que haya una gran corriente de solidaridad de todas las instancias públicas, privadas y organizaciones, para estar más cerca de estas personas", pidió Mons. Chomalí.