MADRID,
En una nota de prensa dada a conocer ayer, la Federación Española de asociaciones Provida protestó enérgicamente "ante las manipulaciones y mentiras que se están realizando en torno al tema del aborto" dado además que "la comisión de expertos nombrada es totalmente partidista y todos ellos, en mayor o menor grado tienen vinculación económica o ideológica con el aborto".
Esta institución explica además que ni el Ministro de Sanidad y Consumo, Bernard Soria, ni la Ministra de Igualdad, Bibiana Aido, han aceptado recibirlos, "a pesar de la incomparable labor que la Federación realiza desde hace 27 años con las mujeres embarazadas".
"Por otro lado –señala la Federación– las comparecencias en la subcomisión no han sido expuestas en su totalidad a la opinión pública, no se le ha dado adecuada cobertura mediática, ni se ha permitido su seguimiento por radio o televisión. Además, no se ha analizado seriamente cómo evitar el aborto que es una realidad que incluso sus partidarios han reconocido terrible para la mujer".
De esta manera, explica la organización pro-vida "se está protegiendo y convirtiendo en interlocutores de peso a los responsables del negocio abortista que en ningún caso miran por la mujer y menos por sus hijos a quienes tratan como basura. En este sentido, no se han tomado las medidas oportunas para investigar los establecimientos donde se practican abortos ni siquiera cuando se han producido muertes de mujeres. Tampoco se han facilitado los recursos necesarios para que las mujeres denuncien las irregularidades y atropellos que muchas de ellas han sufrido en estos centros".
En lo que sí se "está poniendo mucho interés", explica la nota, es "en ocultar la verdad de la ciencia sobre el ser humano y el comienzo de su existencia, la realidad de la crueldad del aborto y las profundas consecuencias negativas para la mujer".
"Consecuencias –precisa– como el síndrome postaborto para el que no se está proporcionando ayuda necesaria. Tampoco se apoya a las mujeres embarazadas con problemas, ni se facilita la adopción, ni se valora la maternidad como riqueza personal y social. Todo esto se sirve continuamente de un lenguaje engañoso y/o acorde a la realidad legal como hablar de derecho cuando el código penal lo recoge como delito o hablar de libertad de la mujer cuando el aborto supone violencia física y psicológica con secuelas a veces irreversibles".