MADRID,
El juez español Ferrín Calamita publicó una carta abierta en la que detalla y precisa los argumentos "legales" usados en su contra para suspenderlo en su trabajo de magistrado por "haber extendido" un juicio en el que dos lesbianas solicitaban la custodia de una menor. Además precisa que el Poder Judicial español no es independiente sino totalmente dependiente del Ejecutivo socialista y que, como católico que es, perdona a todos sus acusadores.
En la carta abierta publicada por Hazteoir.org, el Juez precisa que la sentencia en su contra es "a todas luces injusta y sólo explicable desde el prisma de la política, la que por desgracia impregna desde 1985 el inexistente Poder Judicial".
Tras denunciar que ninguno de los magistrados que dictó la sentencia penal es especialista en esta área del derecho, Calamita la describe certeramente: "poca calidad técnica. Vocabulario campechano. A la finalidad ilegítima que exige la Ley se le dedica párrafo y medio. Se dice que lo que me movía era perjudicar el derecho de la adoptante ( Vanesa) a adoptar a Candela (la menor)" y advierte que "cuando se han dado cuenta de que nadie tiene derecho a adoptar, rectifican de forma ilegal mediante un Auto 'aclaratorio', y vienen a decir que más que ese inexistente derecho a adoptar, lo que tiene la adoptante es el derecho a una respuesta positiva o negativa en un tiempo razonable, es decir, a la tutela judicial efectiva".
Seguidamente explica que durante el proceso seguido por él, nombró "defensora de la menor a la Dirección General de Familia. Tal nombramiento es normal en derecho y no afecta a la patria potestad de la madre. Afirmar lo contrario, como hace la Sala (que lo sentenció), demuestra ignorancia". "La Dirección General de Familia se queda poco menos que atónita cuando recibe el nombramiento. No sabe cuál es la función de un defensor judicial de un menor...Y eso que es la Entidad Pública competente en la región de Murcia en materia de protección de menores", advirtió.
Tras explicar cómo se le presionaba por el solo hecho de ser católico, el juez recuerda que su despacho maneja 2 800 expedientes, cuando la sala que lo sentenció solo tiene "dos asuntos en todo el año 2008". "En fin, resulta meridiano que se me condena en realidad por ser católico, lo que para la Sala equivale a homófobo", añade.
Seguidamente explica cómo "se me presiona para que me vaya de Murcia y se me exige dinero para archivar el caso. Soy un Juez díscolo y rebelde, se me dice. Será porque no acepto sobornos ni chantajes. Basta que se me quiera echar de Murcia para que me quede, por lo menos por ahora".