ROMA,
El arzobispo Marcel Lefebvre, quien falleciera en 1991 excomulgado por ordenar en 1988 a 4 obispos sin permiso de la Santa Sede, sí firmó todos y cada uno de los documentos del Concilio Vaticano II, que más tarde "criticaría ásperamente", según informa el diario español La Razón a partir de un artículo publicado en la revista italiana Panorama.
El artículo "En el corazón secreto del Vaticano" escrito por Ignazio Ingrao y publicado en la mencionada revista italiana, precisa que entre los documentos que se encuentran en el Archivo Secreto del Vaticano "están los del Concilio Vaticano II que desenmascaran una falsedad histórica difundida por los tradicionalistas" presididos actualmente por el obispo cismático Bernard Fellay que hace unos meses rechazó aceptar las condiciones de la Santa Sede para volver a la plena comunión con la Iglesia Católica, comunicadas a través de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.
"Marcel Lefebvre, el Arzobispo que contestó a las reformas conciliares y fue excomulgado por haber ordenado cuatro obispos sin el permiso del Papa, en realidad firmó con su puño y letra los documentos del Concilio Vaticano II, comenzando por la constitución Gaudium et spes, que luego criticaría ásperamente", señala Ingrao en el artículo de Panorama.
"La firma de Lefebvre aparece al pie de todos los documentos del Concilio", confirma a Panorama el historiador Piero Doria, oficial del Archivo Secreto Vaticano que sirvió de guía a Ingrao para su reportaje.
En declaraciones exclusivas a ACI Prensa, Ignazio Ingrao comentó que en su reportaje, por "primera vez se ha permitido a un fotógrafo y a un periodista fotografiar y describir" el gran espacio "en donde se conservan las cartas relativas a los dos mil años de historia de la Iglesia".
Asimismo, Ingrao precisó a nuestra agencia que "en realidad los historiadores y los especialistas ya sabían que Lefebvre había firmado los documento del Concilio. Pero es grande el público que siempre lo ha ignorado, así como difundida está una cierta propaganda tradicionalista que sostiene que Lefebvre siempre se opuso a estos textos. Los originales de los documentos del Concilio (Vaticano II) demuestran lo contrario y para muchos esto ha sido una sorpresa".