ROMA,
La inminente llegada del fármaco abortivo RU 486 a Italia, que podría tener lugar antes de que termine el año, ha sido criticada tanto por el Vaticano como por algunos exponentes del Gobierno de centro-derecha.
El Presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, Cardenal Javier Lozano Barragán, no dudó en condenar el uso del fármaco en base a su condición abortiva.
En declaraciones recogidas por los medios italianos, el Cardenal Lozano Barragán aseguró que la Iglesia "comprende el drama de una joven que se queda embarazada en contra de su voluntad, pero condena el aborto sea cual sea el modo en que se practique, porque consiste en matar a un ser inocente".
Según el Cardenal, esperar un hijo en contra de la propia voluntad es un "drama" pero "en la jerarquía de dramas el mayor drama es la muerte y todavía más si se inflige a una persona inocente como es un hijo no nacido". "La vida está por delante de todo lo demás", remarcó.
Por su parte, la vicesecretaria del Ministerio de Salud de Italia, Eugenia Roccella, consideró que "la valoración de los riesgos y beneficios de la píldora deja muchas dudas", mientras que la ministra de Políticas Juveniles, Giorgia Meloni, recordó a las mujeres italianas que la RU 486 no es un anticonceptivo sino "un aborto a todos los efectos".
La Agencia Italiana del Fármaco (Aifa) podría autorizar definitivamente la comercialización de la píldora en Italia ya esta semana. Uno de los temas que queda pendiente es la negociación del precio con la empresa productora, la francesa Exelgyn.