ROMA,
El Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Francis Arinze, ha escrito un libro titulado "Carta a un joven sacerdote" que será presentado este martes 16 de diciembre en la Sala Marconi de la Radio Vaticana. En este texto, el Purpurado presenta un programa de vida para los presbíteros, para vivir fiel y profundamente la obediencia, la castidad y la pobreza.
Obediencia
En unos extractos del libro, escrito a manera de carta, publicados por L'Osservatore Romano, el Cardenal Arinze precisa que "la obediencia que el presbítero da al Santo Padre, al Obispo y sus representantes, se basa en la fe. Mediante esta obediencia el sacerdote da a Dios la posibilidad de servirse plenamente de él en el actuar de la misión de la Iglesia. La obediencia no tiene por fin disminuir el rol del sacerdote, o de tratarlo como inferior o de impedirle el adecuado crecimiento personal".
Tras precisar luego que el sacerdote debe realizar su tarea "con toda humildad y valor", el Cardenal advierte que un presbítero "no debe intentar introducir una especie de democracia secular que no está de acuerdo con la naturaleza divina de la institución jerárquica de la Iglesia. Una cosa es la virtud de la humildad, otra distinta es buscar clericalizar el laicado o laicizar el clero. La Iglesia no tiene nada por ganar así, sino todas las de perder, con iniciativas similares".
El Purpurado afirma luego que el sacerdote debe obedecer siempre a su Obispo, "incluso cuando en el peor de los escenarios el Obispo asigne un encargo que supera la capacidad del presbítero o que pudiera hacerlo sufrir o dañarlo. Dios no dejará de proteger al sacerdote que obedece. ¡El juicio de Dios con respecto al Obispo es una cosa distinta!"