VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó hoy que "nadie puede hacerse cristiano por sí mismo" y destacó el papel de los sacramentos donados por Cristo en la vida de los creyentes.
En la Audiencia General de los miércoles, celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa habló sobre la predicación de San Pablo acerca de los sacramentos.
Ante unas cinco mil personas, Benedicto XVI dijo que "de San Pablo hemos aprendido que existe un nuevo inicio de la historia en Jesucristo, que es hombre y Dios. Con Él, que viene de Dios, comienza una nueva historia formada por su sí al Padre, por el amor y la verdad".
"¿Cómo podemos entrar en este nuevo inicio, en esta nueva historia? ¿Cómo Jesús llega a mi vida, a mi ser? La respuesta fundamental de San Pablo, de todo el Nuevo Testamento, es: a través del Espíritu Santo", que "ha creado en Pentecostés el inicio de la nueva humanidad, de la nueva comunidad, la Iglesia, el cuerpo de Cristo", señaló.
El Santo Padre explicó que el espíritu de Cristo "me toca interiormente y se sirve de dos elementos visibles: la palabra del anuncio y los sacramentos, en particular el Bautismo y la Eucaristía. La fe no viene de la lectura sino de la escucha. No es solo interior, sino una relación".
"La Palabra se ha hecho carne en Jesús para crear una nueva humanidad. Por eso, la palabra del anuncio se convierte en sacramento. Nadie puede bautizarse a sí mismo; nadie puede hacerse cristiano por sí mismo. Solo podemos llegar a ser cristianos por medio de ‘otro’ y éste nos da el don de la fe. Un cristianismo autónomo es una contradicción en sí. Este ‘otro’ es, en primer lugar, la comunidad de creyentes, la Iglesia. Solo Cristo puede constituir la Iglesia; Cristo es el verdadero donador de los sacramentos", agregó.