MÉXICO D.F.,
El Arzobispo de Antequera-Oaxaca, Mons. José Luis Chávez Botello, denunció que el alcoholismo se ha convertido en una enfermedad social y urgió a los mexicanos a combatir este mal desde el seno familiar.
En un comunicado de prensa, que también lleva la firma del Obispo Auxiliar, Mons. Oscar Campos Contreras, se recogieron los datos de una reciente encuesta nacional sobre el alcoholismo entre jóvenes y niños, en la que se confirma un incremento de este fenómeno.
Tras reconocer que las causas de este fenómeno son variadas, el comunicado precisa que "el alcoholismo es una enfermedad que daña no sólo la salud física, sino la misma capacidad de decisión y de acción de las personas al desubicarlas de su realidad. Es una enfermedad que afecta la mente y la voluntad y, en consecuencia, también las relaciones humanas".
"Ante este problema grave de salud pública que afecta a la familia en general y ahora cada vez más a los jóvenes y niños en particular, generando graves daños sociales, no podemos quedar indiferentes. Todos somos responsables del futuro de los niños y jóvenes; a todos nos toca dar ejemplo de responsabilidad ante el consumo del alcohol", indica.
En este sentido, recuerda que "la familia tiene un papel muy importante en la prevención y atención de los niños y jóvenes. ¿Cuál es el ambiente que se vive al interior de la familia? ¿Cuál es el ejemplo de los padres? ¿Con quién y en qué ocupan el tiempo libre los niños y jóvenes? ¿Quiénes son los amigos de sus hijos? ¿Qué diálogo se da en familia ante estos problemas?"
"La autoridad por su parte, además de promover diversas oportunidades de aprovechar mejor el tiempo libre, lo mínimo que urge hacer será asegurar que no se facilite el consumo, impidiendo la venta a menores de edad y vigilando que se cumplan realmente las disposiciones que deben existir para el caso. Descuidar esta responsabilidad, se convierte en otra forma de corrupción", concluye.