BUENOS AIRES,
El presidente de Cáritas Argentina, Mons. Fernando María Bargalló, explicó que nadie puede sentirse ajeno a la crisis económica mundial, aseguró que ésta tiene un origen moral y cada uno debe asumir su responsabilidad con "espíritu de grandeza".
El Obispo consideró curioso que esta vez la crisis "no lleva el sello de ‘made in Argentina’", sino que "arrancó lejos, muy al norte, en Estados Unidos, y desde allí ha ido provocando tal descalabro en países y continentes que ya nadie en el planeta puede sentirse ajeno a sus consecuencias".
Mons. Bargalló reconoció que en esta coyuntura "reaparece el temor de perder el empleo, de no llegar a fin de mes, de no poder pagar cuotas pendientes, o de ver que se evaporan ahorros logrados con enorme sacrificio y trabajo", y recordó que "nadie ignora, además, que en las situaciones de crisis económica, las comunidades pobres y desprotegidas son las más afectadas pues carecen de los medios más elementales para afrontar la tormenta".
Más allá del abordaje teórico, "en esta crisis, como prácticamente en todas, el problema de fondo es humano, y es moral", reflexionó en el editorial del boletín Huellas de Esperanza.
El Prelado opinó que "detrás de lo acontecido no hay meros mecanismos. Hay instituciones guiadas por personas concretas que, en forma aislada o colegial, con no poca inescrupulosidad, movidas por el orgullo de no querer reconocer errores, por la ambición de lucrar y amontonar, o por la adrenalina que provoca el riesgo de apostar en grande para obtener más grandes ganancias, amparadas a veces por leyes favorables y parciales, no tuvieron la honestidad y solidaridad de frenar a tiempo un derrumbe incipiente que, una vez convertido en avalancha, era imposible detener".
Insistió en destacar que "nuestra misión en Cáritas nos interpela con fuerza a seguir trabajando siempre por los más pobres. Hay muchas maneras de hacerlo. Hoy quiero insistir en la importancia de aportar a la construcción de una sociedad fraterna y responsable, en la que cada uno asuma con espíritu de grandeza el cuidado del bien común, en la justicia y en el amor".