VATICANO,
Al recibir esta mañana en el Vaticano a los participantes del Foro Católico-Musulmán organizado por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el Papa Benedicto XVI alentó la libertad religiosa y la defensa de la vida, como derechos humanos inherentes a la dignidad de toda persona.
El Santo Padre destacó al iniciar su discurso que el tema del Foro "Amor a Dios, amor al prójimo: la dignidad de la persona humana y el respeto mutuo", subraya "todavía más los fundamentos teológicos y espirituales de una enseñanza central en nuestras respectivas religiones. Estamos llamados a compartir con los otros el amor que Dios derrama sobre nosotros sin mérito por nuestra parte".
"Me agrada saber que en la reunión se ha podido adoptar una postura común sobre la necesidad de adorar a Dios y de amar a nuestro prójimo, hombres y mujeres, desinteresadamente, sobre todo a aquellos en dificultad. Dios nos llama a ayudar a las víctimas de la enfermedad, del hambre, de la pobreza, la injusticia y la violencia".
Seguidamente, el Pontífice expresó que "para los cristianos, el amor de Dios está ligado de forma inseparable al amor a todos los hombres y mujeres, sin distinción de raza o cultura. La tradición musulmana es también muy precisa al alentar al compromiso práctico en favor de los más necesitados".
"Por eso, deberíamos cooperar en la promoción del respeto auténtico de la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales, aun cuando nuestras visiones antropológicas y nuestras teologías lo justifiquen de formas diferentes. Hay un sector amplísimo en el que podemos trabajar juntos: la defensa y la promoción de los valores morales que son parte de nuestra herencia común", añadió.
"Solo si reconocemos –precisó el Papa– el papel central de la persona y la dignidad de cada ser humano, respetando y defendiendo la vida, que es un don de Dios, igualmente sagrado para los cristianos y para los musulmanes, encontraremos los puntos en común para construir un mundo más fraternal en el que las confrontaciones y las diferencias se arreglen pacíficamente y se neutralice el poder devastador de las ideologías".