VATICANO,
En un claro no al evolucionismo radical, el Papa Benedicto XVI se dirigió esta mañana a los miembros de la Pontificia Academia para las Ciencias y precisó que Dios es el fundamento de toda la creación.
En sus palabras pronunciadas en la Sala Clementina del Vaticano ante los miembros de este dicasterio que inician hoy su Asamblea Plenaria sobre el tema "Mirada científica a la evolución del Universo y la Vida", el Santo Padre, sin embargo, dejó en claro que el principio de la creación no se opone a la idea de una evolución no absoluta.
"En este contexto –continuó el Pontífice– los asuntos ligados a la relación entre la lectura que las ciencias hacen del mundo y la lectura ofrecida por la Revelación Cristiana emergen naturalmente. Mis predecesores, el Papa Pío XII y el Papa Juan Pablo II notaron que no existe oposición entre el entendimiento de la fe de la creación y la evidencia de las ciencias empíricas".
Benedicto XVI precisó además que "la filosofía en sus inicios había propuesto imágenes para explicar el origen del cosmos sobre la base de uno o más elementos del mundo material. Esta génesis no era vista como una creación, sino como una mutación o transformación; e incluía una especie de interpretación horizontal del origen del mundo".
"Un avance decisivo –prosiguió– en el entendimiento del origen del cosmos fue la consideración del ser y la preocupación de la metafísica con la pregunta más básica sobre el primer origen trascendente del ser". "Para desarrollar y evolucionar, el mundo necesitaba primero ser, es decir salir de la nada hacia el ser. Tenía que estar creado: en otras palabras, por el primer Ser que es tal por esencia", añadió.
El Santo Padre explicó además que "afirmar que la fundación del cosmos y su desarrollo está en la sabiduría providente del Creador no significa decir que la creación solo tiene que ver con el inicio de la historia del mundo y la vida. En vez de eso implica que el Creador funda estos desarrollos y los mantiene, los hace evolucionar y los sostiene continuamente".