SAN ANTONIO,
El Arzobispo de San Antonio, Texas, Mons. José H. Gomez, alentó a los votantes católicos conocer la postura de los candidatos que participarán en los comicios de la próxima semana, sobre temas "no negociables" como la defensa de la vida y la familia.
En una columna publicada por el periódico San Antonio Express-News, el Prelado recordó que la crisis económica, la guerra, la salud y la inmigración merecen una consideración importante, pero preocupa "ver en el diálogo público la ausencia de temas tan importantes como la conservación de la vida y la familia", cuando "son principios que definen cualquier sociedad".
"Los votantes necesitan conocer las posiciones de los candidatos en temas centrales que se refieren a la protección de la vida como el aborto, la eutanasia, la investigación de células estaminales embrionarias y la pena de muerte", precisó y lamentó que estos temas junto a "la conservación del concepto básico de la familia humana", sean "frecuentemente reducidos a un asunto únicamente religioso".
"Esta descripción no es exacta. Estos asuntos se refieren a las preocupaciones más esenciales de la civilización humana. El hecho de que contengan un elemento de moralidad, no los descalifica de ser públicamente considerados, ni les quita el impacto que tienen en el bien común", explicó.
Mons. Gomez consideró "triste ver que cuando alguna persona menciona el aborto como un asunto importante, existe una tentación de reducir su opinión, llamándolo un votante ‘de un solo tema’. Aunque sea una buena excusa para no enfrentar la gravedad moral de acabar con una vida humana inocente e indefensa, es también una excusa para ignorar la realidad de que el aborto afecta a todos los segmentos de nuestra sociedad".
"La sociedad no debería insistir en que las personas de fe se mantengan en silencio ante este grave mal. Vivimos en una sociedad que quisiera privatizar la religión para eliminarla del dialogo público. La privatización de la religión comprometería la fe de todos los creyentes. Los que profesamos creer en Dios no podemos permitir que Él sea desterrado de la conversación pública", advirtió.