MADRID,
Mons. Juan José Asenjo Peregrina, Obispo de Córdoba (España), publicó este miércoles una carta en la que señala que la Iglesia cuenta con recursos para impedir que un matrimonio en problemas desemboque en una ruptura, y animó a los esposos en problemas a considerar opciones de reconciliación.
"La Iglesia tiene la responsabilidad de ofrecer acompañamiento, estímulo y alimento espiritual que fortalezca la cohesión familiar, sobre todo en las pruebas o momentos críticos", recordó Mons. Asenjo.
Ante las situaciones de crisis matrimonial, cuando los cónyuges piensan que "ya no hay nada que hacer", explicó el Prelado "es preciso que la Iglesia acompañe a estos esposos, les ayude a reconstruir sus relaciones a través de personas que viven con gozo su vida matrimonial y que están dispuestas a compartir algo de su propia esperanza con quienes la han perdido".
"Las crisis matrimoniales, de suyo, no tienen por qué terminar inevitablemente en ruptura. Crisis es sinónimo de lucha y de tensión espiritual. Pueden y deben ser ocasión de crecimiento, de purificación, de maduración y fortalecimiento del amor conyugal", agregó.
"Todo ello es posible desde la fe, con la ayuda de Dios, y con la ayuda de personas que se brindan a acompañar a los matrimonios problematizados, que les escuchan y alientan para que redescubran el tesoro escondido del matrimonio, personas que soplan en los pequeños rescoldos del amor que quedan todavía y que han quedado sepultados bajo las cenizas", dijo también Mons. Asenjo.
El Prelado advirtió que "son muchos los que, ante la crisis de un matrimonio, se aprestan enseguida a aconsejarle la separación o el divorcio, haciendo de la crisis un camino sin retorno, cuando podría solucionarse con el diálogo y la generosidad entre la pareja y la ayuda y el acompañamiento de la Iglesia a través de las personas que ponen sus conocimientos y su tiempo para servir a los matrimonios en dificultades".