VATICANO,
Al recibir este jueves a los participantes del Congreso que celebra el 10 aniversario de la promulgación de la Encíclica Fides et Ratio sobre el diálogo entre la fe y la razón, el Papa Benedicto XVI advirtió que el curso actual de racionalismo, enfrascado en el desarrollo de tecnologías sin límites morales y a veces sujeto a la arrogancia o el deseo de ganancias puede poner en riesgo a la humanidad.
"A diez años de distancia, una mirada atenta a la Encíclica Fides et Ratio permite captar con admiración su permanente actualidad: se revela en ella la visionaria profundidad de mi inolvidable Predecesor", dijo el Papa, refiriéndose a Juan Pablo II.
“Con este magisterio la Iglesia se ha hecho intérprete de una exigencia que brota en el contexto cultural actual. Ha defendido la fuerza de la razón y su capacidad de alcanzar la verdad, presentando una vez más a la fe como una forma peculiar de conocimiento, gracias a la cual nos abrimos a la verdad de la Revelación. Se lee en la encíclica que hay que fiarse de la capacidad de la razón humana y no fijarse metas demasiado modestas”, dijo el Santo Padre.
“¿Quién puede negar -dijo el Papa- la aportación que los grandes sistemas filosóficos han hecho al desarrollo de la conciencia del ser humano y al progreso de las culturas? Estas, a su vez, son fecundas cuando se abren a la verdad, permitiendo a los que participan en ellas alcanzar objetivos que hacen más humana la sociedad”.
“No podemos esconder, sin embargo –advirtió el Papa-, que ha habido un cambio de línea en el pensamiento, que ha pasado de ser primariamente especulativo a -en su mayor parte- experimental”.
“La investigación se ha dirigido ante todo a la observación de la naturaleza, con la intención de desvelar sus secretos. El deseo de conocer la naturaleza se ha transformado después en la voluntad de reproducirla”, prosiguió.