LIMA,
El Padre Fernando Samaniego Orellana, Canciller y jefe de prensa de la Prelatura de Juli, ubicada en los Andes del Sur del Perú, al pie del lago Titicaca, rechazó enérgicamente la "campaña de críticas injustas y desprestigio" lanzadas por organizaciones y diarios de izquierda en el Perú por la decisión del Obispo José María Ortega Trinidad de no renovar el convenio con la Sociedad Misionera Maryknoll, de los Estados Unidos.
Recientemente Mons. Ortega Trinidad anunció que había decidido no renovar el convenio que aseguraba la presencia de los misioneros Maryknoll en esta región. La decisión se basa en que, desde que los religiosos norteamericanos cayeron bajo la influencia de la teología marxista de la liberación, la extraordinaria pastoral desarrollada por sus predecesores se transformó en activismo social y en una grave desatención pastoral de los pobladores.
La campaña contra el Obispo, explica el P. Samaniego Orellana, "se inició desde el momento en que se hizo público el nombramiento de Monseñor José María Ortega Trinidad como el Nuevo Prelado de Juli, a principios del 2006".
El sacerdote relata que "cuando llegó Monseñor Ortega, el 9 de Julio del 2006 a Juli, fue recibido con mucha alegría y cariño por la gran mayoría de fieles de la Prelatura, especialmente por la gente sencilla de los pueblos y las comunidades, pero había un grupo minúsculo rebelde que expresó su rechazo al nuevo Obispo sin conocerlo y llegaron a enviarle un escrito anónimo amenazándole de muerte".
El Canciller recuerda que, las acusaciones de "elitismo" lanzadas contra Mons. Ortega Trinidad son injustificadas si se considera que el Obispo "nació en un hogar sencillo…que conoció la pobreza andina, pues su padre tuvo que esforzarse y sacrificarse para sacar adelante a su esposa y a sus dieciséis hijos".
"Este es el perfil biográfico de un Obispo peruano que ha venido al altiplano puneño para servir al Pueblo de Dios", agrega.