ROMA,
Saverio Petrillo es desde hace muchos años Director de las Villas Pontificias. Por su cargo, ha podido ver detalles de la vida cotidiana de varios Pontífices desconocidos hasta ahora. Cuenta por ejemplo el caso de los muchos niños que nacieron en la habitación de Pío XII, las "escapadas" de Juan XXIII para conversar con los lugareños, los nados de Juan Pablo II y las noches de piano de Benedicto XVI.
En un reciente artículo publicado en L'Osservatore Romano, titulado "Mis veranos con los Papas en Castelgandolfo", Petrillo cuenta en una extensa entrevista detalles como que durante la Segunda Guerra mundial Pío XII alojó a unos desplazados en su apartamento. Y unos cincuenta niños nacieron en su dormitorio, tomando después el nombre de Eugenio o de Pío.
Tampoco era conocido que Juan XXIII cada tanto desaparecía sin decirle a nadie Y luego lo encontraban en una u otra región en las colinas o en el mar, mezclado entre la gente. Ni que a Juan Pablo II le gustaba mucho jugar a las escondidas con los niños de sus dependientes, además de nadar con todo lo que podía en la piscina construida expresamente para él.
De Benedicto XVI, en la noche, se escucha las tocadas de piano. Especialmente de sus autores preferidos: Bach, Mozart, Beethoven.
Y luego, junto a la Villa, hay una granja agrícola creada por Pío XI, con cultivos, corral de aves y vacas que dan leche. Que surte diariamente con sus productos no sólo a la Ciudad del Vaticano.
De otro lado, el vaticanista Sandro Magister explica que un paso previo a estos relatos se tuvo ya con el libro "Los Papas en el campo" publicado en 1953 por el entonces director de las Villas Pontificias, Emilio Bonomelli. Y después salió otro firmado por el ahora director Saverio Petrillo titulado "Las Villas Pontificias de Castel Gandolfo", editado por los Museos Vaticanos.