MADRID,
El Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, alentó a los agentes de la pastoral penitenciaria a ayudar a los reos para que se encuentren con Dios en la oración, pues la persona puede estar en la cárcel, pero ser libre.
"Una persona puede estar en la cárcel, pero no por ello deja de tener obligación de ser libre como persona, aunque tenga que vivir condicionado en sus movimientos por un espacio limitado", afirmó el Purpurado en una reciente carta pastoral.
En el texto, señaló que la libertad "es un bien muy grande". Recordó que este concepto para el cristiano "está muy unido al de la justicia, al del perdón, al de la penitencia y al de la reconciliación".
El Arzobispo indicó que la persona tiene como "primera obra de autojusticia", cuidar "de los propios derechos, sin hacer nada que pueda llevar a que esos derechos se pierdan o quede muy limitado su libre ejercicio". El Cardenal Amigo llamó a ser personas libres, no hipotecadas por el odio, la venganza, la ofensa o la aversión a los demás.
Asimismo, recordó que el perdón está al lado de la justicia. Señaló que se debe reconocer la maldad y los delitos cometidos; y que el perdón no es una debilidad, sino "un gesto de superación personal, de valentía, de reconocimiento de la necesidad de perdonar y de ser perdonado".
"Si se ha cometido el mal, habrá que hacer penitencia. Para un cristiano, la penitencia es la conversión del corazón, volver a la amistad con Dios, desandar el camino del mal y del pecado", afirmó, y añadió que el recluso debe buscar su reconciliación con la sociedad partiendo de la reconciliación consigo mismo.