VATICANO,
El Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, Mons. Gianfranco Ravasi, recordó la necesidad del diálogo entre ciencia y fe, al presentar esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Congreso internacional "Evolución biológica: hechos y teorías. Una valoración crítica 150 años después de 'El origen de las especies'".
El evento es organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma) y por la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE.UU.) con el patrocinio del Pontificio Consejo de la Cultura en el ámbito del proyecto STOQ (Ciencia, Teología e Investigación Ontológica).
Para este necesario diálogo entre ciencia y fe, el Arzobispo precisó que es necesaria la honestidad intelectual, o como él la llama "una lucha sistemática contra la arrogancia".
En su opinión, ésta última ha transformado la necesaria línea de demarcación entre disciplinas y competencias en "una muralla china o una cortina de hierro" entre quien "considera que existe una 'obstinación' de la fe y la considera un rezago paleolítico intelectual dejado atrás por el avance luminoso de la ciencia; y quien considera programáticamente sin interés todo lo que no puede ser transformado inmediatamente en apologética".
Por su parte, el sacerdote jesuita Marc Leclerc, profesor de Filosofía de la Naturaleza de la Pontificia Universidad Gregoriana; señaló que "el debate sobre la teoría de la evolución cada vez es más encendido, tanto en el ámbito cristiano como en el estrictamente evolucionista; en particular, al acercarse el 150 aniversario de la aparición de 'El origen de las especies', la obra de Charles Darwin que se discute con frecuencia más en clave ideológica que científica, como en cambio era su verdadera intención".
"Se trata de suscitar un amplio intercambio de opiniones desde el punto de vista racional, para favorecer un diálogo fecundo entre expertos de ámbitos diversos; la Iglesia está profundamente interesada en este diálogo, respetando plenamente el campo de cada uno", concluyó el P. Leclerc.