LOURDES,
El Papa Benedicto XVI agradeció a los franceses por su acogida en el viaje de cuatro días que hoy terminó y aseguró que en el Santuario de Lourdes “he orado por Francia y el mundo”.
Después de la celebración eucarística con los enfermos, el Papa se trasladó al aeropuerto de Tarbes-Lourdes-Pyrénées para la ceremonia de despedida. Aquí fue acogido por el primer ministro francés, François Fillon, autoridades políticas y civiles, los obispos de la región Midi-Pirineos, el presidente, el vicepresidente y el secretario general de la Conferencia Episcopal Francesa.
Benedicto XVI agradeció a todos los que “han trabajado con dedicación y ardor por el éxito de mis cuatro días en vuestro país. Gracias de corazón”.
“Mi viaje ha sido como un díptico. La primera tabla ha sido París, ciudad que conozco bien y lugar de muchas reuniones importantes. Tuve la oportunidad de celebrar la Eucaristía en el marco prestigioso de la explanada de los Inválidos. Allí encontré un pueblo vivo de fieles, orgullosos y convencidos de su fe. Vine para alentarlos a que perseveren con valentía viviendo las enseñanzas de Cristo y de su Iglesia”, indicó.
El Papa recordó cada acto de su agenda en Francia.
“¿Cómo olvidar el significativo encuentro con el mundo de la cultura en el Instituto de Francia y en el Collège des Bernardins? Considero que la cultura y sus intérpretes son los vectores privilegiados del diálogo entre la fe y la razón, entre Dios y el hombre”, indicó.