PARIS,
El Papa Benedicto XVI inició esta mañana su primera visita pastoral a Francia, con motivo del 150º aniversario de las apariciones de la Virgen de Lourdes. En su primer discurso en París, el Santo Padre destacó que las raíces de Francia, como las de Europa, son cristianas y abogó por una nueva reflexión sobre la laicidad que considere la importancia de la religión en este momento histórico.
Ante el Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, el Papa aseguró que Francia "está a menudo en el corazón" de sus oraciones porque "no puede olvidar lo que ella ha aportado a la Iglesia a lo largo de los pasados veinte siglos".
El Santo Padre citó un discurso de Sarkozy pronunciado en Roma el año pasado en el que el mandatario recordó "que las raíces de Francia, como las de Europa, son cristianas".
"Basta la historia para demostrarlo: desde sus orígenes, su País ha recibido el mensaje del Evangelio", indicó el Papa y agregó que "implantada en época antigua en vuestro país, la Iglesia ha jugado un papel civilizador que me es grato resaltar en este lugar".
"Transmisión de la cultura antigua a través de monjes, profesores y amanuenses, formación del corazón y del espíritu en el amor al pobre, ayuda a los más desamparados mediante la fundación de numerosas congregaciones religiosas, la contribución de los cristianos a la organización de instituciones de las Galias, posteriormente de Francia, es sabido más que de sobra para no tener que recordarlo. Los millares de capillas, iglesias, abadías y catedrales que adornan el corazón de vuestras ciudades o la soledad de vuestras tierras son signo elocuente de cómo vuestros padres en la fe quisieron honrar a Aquel que les había dado la vida y que nos mantiene en la existencia", explicó.
Asimismo recordó que Sarkozy utilizó en dicho discurso "la expresión ‘laicidad positiva’ para designar esta comprensión más abierta".