VATICANO,
El Papa Benedicto XVI dedicó la Audiencia General de hoy a explicar cómo concebía el apostolado San Pablo; y precisó que la misión de los apóstoles de Cristo de todas las épocas es ser "colaboradores de la verdadera alegría".
Así lo indicó el Pontífice en el Aula Pablo VI del Vaticano en donde se dirigió a miles de peregrinos. Ante ellos señaló que el concepto de apostolado paulino iba "más allá del ligado solamente al grupo de los Doce", explicó, "y se caracteriza por tres elementos: el primero es haber visto al Señor, es decir, haber tenido con él un encuentro determinante para la propia vida".
"En definitiva, es el Señor que constituye el apostolado: no la presunción propia. Uno no se hace apóstol, lo hace apóstol el Señor. Por lo tanto, el apóstol necesita constantemente referirse al Señor".
La segunda característica es "haber sido enviados. El término griego 'apostolos' –señaló el Santo Padre– significa enviado, representante de un mandante".
Con este punto de referencia, prosiguió el Papa, "de nuevo emerge en primer plano la idea de una iniciativa ajena, la de Dios en Jesucristo a la que se está obligado plenamente", de "una misión que hay que cumplir en su nombre, dejando absolutamente en segundo plano cualquier interés personal".
"El anuncio del Evangelio con la consiguiente fundación de Iglesias" es el tercer requisito, añadió.