VATICANO,
Al finalizar la Misa esta mañana en la Basílica de San Pedro en sufragio por el Cardenal Antonio Innocenti, fallecido el pasado sábado a los 93 años, el Papa Benedicto XVI presidió el rito de la "Ultima Commendatio" y de la "Valedictio" por el Purpurado italiano que en su juventud fuera apresado dos veces y salvara de morir fusilado por los nazis.
Tras la Eucaristía presidida por el Cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, el Santo Padre hizo un breve recorrido por la vida del difunto Cardenal Innocenti, quien tras recibir la ordenación sacerdotal en 1938, "ayudó al obispo en las visitas pastorales durante la II Guerra Mundial. En aquel dramático periodo se distinguió por la abnegación y la generosidad al ayudar a la gente y salvar a cuantos estaban destinados a la deportación. Por este motivo fue arrestado y condenado al fusilamiento, pero cuando se hallaba ante el pelotón de ejecución fue revocada la orden".
Benedicto XVI dijo luego que el Cardenal Innocenti entró en el servicio diplomático de la Santa Sede y posteriormente "fue nombrado representante pontificio en Paraguay, recibiendo la ordenación episcopal en 1968. Después volvió a Roma para asumir el cargo de secretario de la Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino".
"En 1980 fue enviado como Nuncio Apostólico a España, donde acogió en dos ocasiones a mi venerado predecesor Juan Pablo II en visita pastoral, que en 1985 le creó cardenal", añadió.
El Purpurado italiano, continuó el Papa, "siguió prestando su apreciada colaboración al Sumo Pontífice como prefecto de la Congregación para el Clero, presidente de la Pontificia Comisión para la conservación del patrimonio artístico e histórico de la Iglesia y de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei".
Refiriéndose al lema episcopal del Cardenal Innocenti: "Lucem spero fide", el Papa concluyó pidiendo que "la fe y la esperanza dejen paso a la realidad 'más grande', la caridad, que 'nunca tendrá fin'".