VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó a los jóvenes que al descubrir "a Dios como sentido y fundamento de toda criatura", ya no tendrán "miedo de perder vuestra libertad, porque la viviréis en plenitud, entregándola por amor".
En el encuentro que sostuvo con los jóvenes de la isla de Cerdeña, durante su visita pastoral a la localidad italiana de Cagliari, el Pontífice les ofreció un programa de vida basado en el valor de la familia, la formación moral e intelectual, y la fe, como respuesta al consumismo e individualismo que caracterizan al mundo actual.
Tras reconocer que los jóvenes son el "futuro lleno de esperanza de esta región", el Pontífice reconoció que deben enfrentar dificultades y problemas como "la plaga del desempleo y de la precariedad del trabajo que ponen en peligro vuestros proyectos, la emigración y el éxodo de las fuerzas mas frescas y decididas, con la consecuente pérdida de raíces que a veces lleva aparejados daños psicológicos y morales antes que sociales".
"Y ¿qué decir del hecho de que en la sociedad actual de consumo las ganancias y el éxito se hayan convertido en nuevos ídolos ante los que se postran tantos? Así las personas se sienten llevadas a dar valor sólo a los que, como se dice, ‘han hecho fortuna’ o son ‘famosos’, y no a los que deben combatir con la vida fatigosamente día a día", indicó.
Según el Papa, "se corre el peligro de ser superficiales, de seguir atajos peligrosos en pos del éxito, buscando en la vida experiencias que suscitan satisfacciones inmediatas, pero de por sí son precarias y engañosas. Crece la tendencia al individualismo y cuando uno se concentra sólo sobre sí mismo, se vuelve frágil forzosamente; falta la paciencia para escuchar, fase indispensable para entender al otro y trabajar juntos".
Benedicto XVI recordó los valores reafirmados por Juan Pablo II durante su visita a Cerdeña hace 23 años.