LA HABANA,
En un emotivo mensaje difundido asombrosamente por una radio provincial, el Obispo de Guantánamo-Baracoa, Mons. Wilfredo Pino Estévez, alentó a los cubanos a celebrar este 8 de septiembre la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, con la conciencia de que esta devoción es un regalo de Dios para Cuba.
"El Cobre ha venido a ser, para la gran mayoría de los cubanos, una meta a alcanzar. No importan las dificultades del transporte, los problemas de salud, las distancias o las limitaciones económicas. La presencia de los cubanos en El Cobre ha sido como una gota de agua permanente, como una pequeña pero constante llama de amor, de inalterable devoción de los hijos a nuestra Madre del cielo. La Virgen de la Caridad ha sido un regalo de Dios para Cuba. ¡Cuántos cubanos sueñan con poder ir un día al Cobre para conocer y saludar a la Virgen!", señaló el Obispo.
Según, Mons. Pino "no se podrían calcular cuántos millones de cubanos, a lo largo de estos cuatro siglos, han hecho el camino del Cobre para saludar a la Virgen, para suplicarle su intercesión, para agradecerle las bendiciones recibidas de Dios a través de sus manos o para cumplir una promesa. El del Cobre ya es un camino que cumplirá próximamente 400 años".
Tras recordar que la Virgen de la Caridad "es signo de unidad para nuestro pueblo" y que "a nosotros nos corresponde ser agradecidos con ella", el Obispo hizo un llamado a los cubanos a aprender a olvidar las ofensas, perdonar y pedir perdón a luz del amor que le profesan a María.
"Que la Virgen nos ayude a sanar las heridas que haya en nuestra memoria. Les confieso que el año pasado, mientras miraba asombrado la enorme cantidad de pueblo que participaba en la Procesión con la Virgen de la Caridad en Guantánamo, me convencía aún más de que será la devoción a la Virgen de la Caridad la que ayudará a nuestro pueblo a superar odios, prejuicios, discordias y venganzas", indicó.
También pidió a la Virgen por las familias "que sufren las consecuencias del reciente huracán y a las que todos debemos dar nuestra ayuda fraterna! ¡Recemos también por la unidad de nuestras familias, para que los hijos estén donde estén sus padres, y las esposas estén donde estén sus esposos! ¡Que desaparezca el miedo de las familias cubanas a tener más hijos para que en Cuba haya muchos más partos que abortos!"